Homenaje a Eduardo

Todos bien agarrados para arriba

Se cumplía un año desde que una mala pasada se llevó a nuestro amigo Eduardo y qué mejor forma de celebrarlo que reuniendo a todos sus amigos y familia en uno de los lugares donde pasaba tanto tiempo, la montaña campurriana.

La tropa saliendo el Sábado

Como a él le hubiese gustado nos juntamos todos durante el fin de semana para pasar un buen rato y disfrutar de unos días fantásticos de esquí de travesía. Y es que el tiempo primaveral y la nieve acompañaron de manera increíble tanto a los esquiadores como a los que se animaron a la comida en el refugio.

No todo iba a ser tan organizado...

Habíamos preparado para el sábado una excursión para todo el mundo. Unas 60 personas salimos de la Corza Blanca en dirección a la cabaña de Cuencajen, algunos en esquís, otros en raquetas y otros andando. Todo iba bien organizado hasta que en la cabaña cada uno toma su camino de subida al Pico Iján, y es que ya nos parecía que esta organización duraba demasiado. Como siempre, tarde o temprano la cosa iba a volver a la “normalidad campurriana” siguiendo cada uno su huella. La bajada fue espectacular con una nieve primavera muy fácil de esquiar.

Hielo matutino bajando a Sejos

De nuevo todos en la cabaña de Cuencajen, unos se vuelven por la pista para acabar la jornada, otros siguen hasta la Tabla, que nos tenía preparada una gran bajada con nieve incluso mejor hasta el mismo Refugio del tres Mares.

Una vez finalizada la jornada deportiva empezaban el resto de actos. Tras una misa, los amigos del refugio con Merche de “patatera mayor” nos deleitaron con una gran comida para unas 150 personas. Las excelentes patatas con costilla y el resto de viandas que prepararon nos hicieron que la sobremesa se extendiera hasta la hora de la cena, aunque por suerte la cosa acabó pronto que el día siguiente quedaba mucho por hacer.

En la salida del corredor

Y es que el domingo fuimos ya sólo unas 30 personas que con esquís aprovechamos el tiempo de estos días. Salimos camino de la Tabla para cruzar al norte hacia Sejos, pero la nieve estaba muy dura arriba y tuvimos que poner crampones para bajar los primeros 200 metros. Una vez pasado esto nos quedaba una larga bajada hasta la cabaña donde comimos el bocadillo.

Rápido comenzamos la subida hasta las caras nortes de Cuenca Cré, donde Pelos y Seco habían equipado un corredor con cuerdas fijas para que todos pudiésemos subir y mucha gente hiciese una actividad un poco diferente a la de todos los días. Al ser tantos se hizo un poco larga la espera pero todo el mundo, tanto los que escalan como los que no, disfrutó de otro gran día.

Como pájaros al sol esperando turno

En definitiva, un fin de semana perfecto entre amigos para recordar a nuestro amigo Eduardo, estas bajadas van por tí. Habrá que hacer que esto se repita cada año.