Al estilo pasiego...

Castro Valnera, cara NO

  Lunes, 28 de Enero. El tiempo es bueno, y es día para hacer una visita a la maravillosa montaña pasiega, a la que acudo todos los años sin faltar. No sé si será por ser algo indígena (viene de familia), o porque simplemente es un escenario alucinante. Supongo que por las dos cosas.

La idea es ascender por uno de los corredores de la NO del Castro Valnera, esperando encontrar las condiciones que tuve en febrero del año pasado (ver última foto). Cuando aparco el coche cerca de las cabañas de Valtijo (cercanas al mirador de Lunada), casi percibo que no va a ser el día. Apenas ha helado, y me temo que la nieve no va a estar en buenas condiciones. Así que cojo camino hacia el colladuco del Coterón, pero la nieve está muy transformada y no soporta mi peso. Temiéndome una penosa aproximación, decido cambiar de planes, y asciendo en dirección SE, buscado las venteadas aristas que me permitan ascender con cierto ritmo. Según voy ascendiendo, la nieve va cambiando por momentos, e incluso echo de menos los esquíes en ciertos tramos. Más arriba, casi antes de coronar el Picón de los Lastreros, debo ponerme los crampones.

Siga los puntitos...

Una vez en la cumbre, ya tengo ante mí la NO del Castro. Y la verdad es que no tiene mala pinta, pero en el sitio en el que estoy, y la hora que es, se me hace poco factible meterme allí. Así que decido hacer toda la arista que va desde el Picón hasta el collado de la Vara (Alto de la Pirulera), que tiene una pinta magnífica y que nunca había hecho.

En la zona de gendarmes, mirando al mar

Y lo cierto es que es más afilada e interesante de lo que hubiera imaginado. Tiene un montón de resaltes, gendarmes y obstáculos no obligatorios que hacen que uno no se aburra. La nieve, en condiciones muy variables dependiendo de la exposición al sol, obliga a estar atento. Es una actividad sencilla, pero no conviene bajar la guardia.

Un vistazo hacia atrás, a medio camino...

Seguimos por la Penía Negra, una cumbre chiquitilla pero empinada,  y vamos en dirección a el Pradío, el cual nos muestra un pequeño y empinado corredor que nos lleva directo a cumbre (45º, con algún tramo a 50º).

La arista desemboca en el corredor, cuidado con la caída de piedras

Esto no se ve en todos los sitios....

Una vez aquí, seguimos con precaución hasta la colladina que separa este pico de la Peña los Llares, que es la máxima altura que alcanzaremos hoy. Un pequeño trozo empinado, llegamos a la cumbre y a partir de aquí, el terreno se hace más cómodo y se llega al Alto de la Pirulera, donde termina la canal de la Vara. ¡Es el momento de atacar el bocata!

Qué pena de esquíes, ¡esa pala te lleva directo al Sardinero!

Desde aquí, la ascensión al Castro Valnera es pan comido, pero ya no son horas. Así que desciendo por el NE hacia el alto de la Piluca, pasando justo por debajo del Pico de la Miel, siguiendo el valle hasta darme de morros con la carretera que sube al puerto de Lunada. Un par de kilómetros andando hacia abajo, y llegamos al coche.

Una actividad bonita en un entorno espectacular, tanto en invierno como en verano...¡Recomendada!

Feb de 2012, ¡condiciones totales!